Dentro del Pacto de Desarrollo Económico, el gobierno se ha propuesto elevar los niveles de cumplimiento de los derechos laborales, fomentar la inclusión de trabajadores/as en el trabajo decente y disminuir los conflictos laborales a través del diálogo social.
Para alcanzar estas metas, la Inspección General de Trabajo IGT juega un papel fundamental. En los primeros dos años de gobierno, la IGT ha desempeñado un proceso exitoso de descentralización para poder garantizar cobertura a nivel nacional. Ha triplicado el número de inspecciones anuales, lo que ha contribuido por ejemplo en un mayor registro de personas en el Sistema de Seguridad Social. A través del Fondo de Reformas Estructurales, se apoya a la IGT en los siguientes temas:
Marco regulatorio
Se unifican procedimientos y criterios de inspección y se diseña un mecanismo de control interno para que todas las dependencias de la IGT a nivel nacional trabajen según procedimientos coherentes.
Promoción de la legalidad del trabajo
Se analizan empresas del sector textil y vestuario, construcción y empresas de seguridad y se sistematizan las experiencias de la IGT en la supervisión del pago correcto de aguinaldo y salario mínimo. Las experiencias pueden ser usadas después en la revisión de otros sectores.
Sensibilización para una cultura empresarial preventiva
Se dirigen diferentes campañas al sector empresarial para informar sobre derechos laborales y para incentivar a los empleadores a velar por el cumplimiento de las leyes respectivas.
Transparencia y formación
Se instala una Oficina de Responsabilidad y Control Interno para garantizar la transparencia de los procesos llevados por la IGT. El personal es capacitado a través de cursos virtuales y presenciales sobre procedimientos, mecanismos de planificación y instrumentos de monitoreo.